FUMITO HERBAL – CALMA x 10g

El incayuyo (Lippia integrifolia) y el poleo criollo (Lippia turbinata) han sido utilizados desde tiempos antiguos por los pueblos originarios de Sudamérica, no solo en infusión, sino también en prácticas de sahumado y fumado con fines medicinales. Ambas plantas, pertenecientes a la misma familia botánica, comparten un uso ampliamente extendido en las sierras, donde sus hojas secas se fuman para aliviar dolores de cabeza, contracturas y tensiones musculares. Esta práctica, considerada una herramienta para aclarar el pensamiento y ahuyentar la confusión, consiste usar una pipa, aspirando el humo y reteniéndolo en la boca sin tragarlo durante unos cuantos segundos, para luego exhalarlo lentamente.

Su efecto relajante se debe a la acción de sus aceites esenciales y compuestos volátiles, que al ser inhalados pueden actuar como bálsamos naturales para el cuerpo y la mente. Estas plantas han sido valoradas ancestralmente por sus propiedades digestivas, expectorantes y equilibrantes del sistema nervioso. Aunque su consumo más habitual sigue siendo en forma de infusión, la tradición de fumar incayuyo y poleo aún sigue viva en algunas comunidades como un elevador del ánimo, para aliviar la tristeza.